lunes, 21 de mayo de 2007

En el sendero de mi vida misma...

Iba caminando detrás de un chavo y de un elotero en triciclo, a media cuadra de distancia los dos. De repente el chavo de la nada empezó a correr, y se detuvo, corría otro poco y se detenía, no le vi otra razón más que el querer correr. Me dieron ganas de hacer lo mismo pero no me atreví y me corroyó la envidia.

Al voltear y ver de nuevo al elotero me di cuenta que, si hubiera tenido el antojo, a él sí le hubiera gritado para que se detuviera y me vendiera un vaso con granos de elote hervidos aderezados con limón, crema, picante y queso. Lo que me llama la atención es que hace unos cuantos años hubiera ocurrido lo contrario: 1. No pensaría en consumir alimentos de dudosa manufactura (ni mucho menos gritar por ellos), y 2. Si hubiera querido calcular el menor tiempo en que llego al final de la cuadra y comprobarlo cuantas veces pudiera hasta 'vencerme', simplemente lo haría y ya.

O sea, me confirmo que he cambiado un chingo y que la muchedumbre que me lo repetía incansablemente no está equivocada. Felicidades a todos los involucrados por su perspicacia.

¿Y ahora? Nada. Infinidad de ángulos para caer, sólo uno para recobrar la compostura [*]. Llego a casa, engullo un volován, dos tortitas de papa con atún, otro pan y me arrepiento de haber comprado pantalones talla 32.

¿Qué me ha hecho reflexionar? Cantar a dueto con mi sobrino Ismael en brazos: 'es-tre-lli-ta-don-de-es-tás' con la cara hacia otra noche de mayo sin luna ni estrellas.

viernes, 4 de mayo de 2007

¡Fabada!



La fabada en casa se ve así. Potaje de origen español basado en alubias (frijol blanco), carne de cerdo (pero el de la foto es pavo, porque la doña ya no compra cerdo), chorizo, tocino y ps... más cosas. Esta tiene el arroz integrado en el plato, pero se come muy rico también con el puro potaje y pan.

Detalle casi obsceno:


Un poema.

Spider Man 3 OMGOMGOMG

Long story short: me salí a miar y ya no regresé.

Nunca había ido al cine solo, menos a un estreno a media noche, y mucho menos me había salido de una película sin ver el final. Todo eso me pasó con esta y espero sea la última vez.

Si de por sí empezó incómodo desde la espera en la gran fila, ya dentro de la sala todo fue peor. Dolor de cabeza, quinta fila, silla incómoda, torturado por la música de fondo antes de empezar, atrás dos parejas, enfrente chamacos idiotas que se cuentan lo que creen está pasasando porque no leen los subs, al lado (dos asientos más allá, ofc) tipo gordo candidato para infarto con charola llena de porquerías, del otro lado un tipo que de todo se reía (medio loco, la neta, me dio miedito T_T) y, dolor de cabeza.

Error el comprar refresco sin saber cuánto duraría la mubi. Como media hora después del inicio me empezaron a dar ganas, a la hora ya tenía pero todo tranquilo, a la hora y media ya me concentraba más en mi vejiga que en la peli, cuando dieron las dos y vi que Peter Parker pasaba con su tía un momento cursi, con más urgencia que pena me levanté y molesté a los demás para que me dejaran pasar (el sentado hasta el final estaba durmiendo ya y se molestó más, je). En el baño me vi al espejo la cara descompuesta que me cargaba con los ojos rojísimos dignos del dolor de cabeza agudizado.

La salida estaba más cerca que el largo camino de vuelta a la sala, así que opté por el fresco aire nocturno a caminar bajo una luna por fin plateada (había estado naranja =O) pensando qué deberé hacer para disfrutar la película como se debe este fin de semana.

PD: El OMGOMGOMG del título fue por el pequeño corto de Transformers. Mi pulso se detuvo, la sala calló, el gordo paró de comer, ellos dejaron de tocarlas, ellas dejaron de pensar en ellas, los chamacos se volvieron sabios, brillaron ojos en los vejetes, toda amargura desapareció. Gracias Optimus.