lunes, 12 de noviembre de 2007

fkn Borges

"Las ruinas circulares" es un cuento de siete páginas. Parecía que me lo echaría rápido hasta que me encontré con:

Era un muchacho taciturno, cetrino, díscolo a veces, de rasgos afilados que repetían los de su soñador.


Y no pude seguir hasta que busqué esas palabras.

cetrino, na.
(Del lat. citrīnus, de citrus, cidra).

1. adj. Dicho de un color: Amarillo verdoso.
2. adj. Compuesto con cidra o que participa de sus cualidades.
3. adj. Melancólico y adusto.

díscolo, la.
(Del lat. dyscŏlus, y este del gr. δύσκολος).

1. adj. Desobediente, que no se comporta con docilidad. U. t. c. s.


Ya, ahora sí. Y de pilón, más genialidad argentina.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Mal timing

Yo: [...] es una idiota!!
ELLA: ¿Y tú? -viendo hacia mis manos.

Estaba a punto de ponerme un zapato café y uno negro.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

OMG Neruda is so cool!

He can write the saddest verses every night. Biggest emo ever?

Anyway, we already knew it: We are other's, we will be other's.

"Last pain"? Yeah right...

33

miércoles, 29 de agosto de 2007

Un momento

Discutíamos. La caminata recreativa alrededor de unos lagos por su casa se había convertido en otra muestra más de disfuncionalidad en las relaciones humanas. Ya no recuerdo ni el motivo ni qué tan grave fue el intercambio. Seguramente celos de mi parte, seguramente actitud nefasta de la suya, y seguramente por ello sólo obtuvo de mí respuestas más dañinas.

Nos gusta mucho caminar, pero en algún lugar entre lagos decidimos continuar sentados nuestro perverso intercambio. Ese lugar permanece muy agradable en mi mente: era una plataforma circular tipo islote de piedra, muy húmedo, con sectores mohosos y en toda la circunferencia se podía uno sentar. Había varios árboles altos delgados de hoja grande -mucha de ella en el piso-. El clima fresco y nublado. Demasiado bello el espacio como para que una pareja hiciera escenitas ahí.

Llegó en la discusión un momento de pausas indeseables que acostumbraba ella cuando no lograba asimilar lo recibido. En ese entonces yo era tolerante, así que esperé y con la paciencia aplicada y el ambiente a mi alrededor de marco, se logró formar calma en mi mente. A ella supongo que también le sirvió la pausa y dejó de argumentar contra mis boberías. Volvió la razón.

Ya los dos tranquilos consigo mismos, y rodeados de armonía natural -agua, tierra, árboles, aves, viento fresco, nubes-, nos levantamos para colocamos en una orilla y volver a disfrutar el estar junto al otro en ese lugar y momento.

Decidimos estar más que juntos y tomamos nuestras manos con todo y sonrisa que obligadamente se muestra al cruzar mirada. Perderme en esos ojos y admirar cada estado encantador que toman durante el proceso de la sonrisa: mi adicción. El pestañeo consiguiente es el cierre perfecto para tal delicia.

El paso a dar a continuación era incontenible. Ya totalmente sublevado por la dicha de ese gesto tan poderoso, abrazar la fuente de esa grata sensación era lo que me urgía. Lo hice y me correspondió. Bello. Ojos cerrados, brazos alrededor del otro, manos apretando con cadencia, su cara sumergida en mí, su cabello volando cosquilleante en mi mejilla, calor compartido. Algo me distrajo de todo eso.

-¿Oyes?
-¿Eh?

Un estruendo de algo caía estrepitosamente a lo lejos. Volteamos hacia su origen, sin dejar de envolvernos.

-Viene hacia aquí.

Lo vimos y era lluvia violenta sobre los árboles. Nos impresionó ver su paso por éstos, pero la imagen que almaceno con más asombro fue su choque con el agua del lago. Esta lluvia no empezó con unas gotitas previas, sino a full desde inicio, así que a medida que avanzaba, se dibujaba una línea delimitando el agua quieta de la que ya había sido alborotada por la precipitada. Un espectáculo único que admiramos fundidos en el cuerpo del otro.

Seguimos admirando el paso del agua por el lago y poco nos preocupaba que llegara el torrente a empaparnos. De hecho, esperábamos con gusto participar en dicha manifestación natural. Llegó el momento... y justo antes de que el agua nos cubriera por igual, celosos hasta el fin, fundimos alientos...

viernes, 27 de julio de 2007

Sleep

Imogen Heap - Sleep (I Megaphone, 1998)

How can it feel so nice?
Why does it feel so right?
I think I've been somewhere special
I want to go back there

Sleep
I think I will
Go back to sleep

Oh it's so cold and shivery outside my cocoon
Now I'm on my way

Sleep
Oh sleep
Sleep

sábado, 21 de julio de 2007

Murió un capo

Fontanarrosa, creador de Boogie 'el aceitoso' e Inodoro Pereyra. Lo conocí hace muchos años en la última página de Proceso, de repente dejó de aparecer y nunca volvió a ser igual esa revista: empecé a leer las demás páginas. De ahí mi hermana me regaló dos tomos de su compilación (estilo Mafalda, tres páginas por tira) y cada que se me antoja, los hojeo de nuevo. He querido los demás tomos, pero no los encuentro.

Muy groso el tipo.

lunes, 9 de julio de 2007

Hey tú

Mira nuestras huellas.



Detalle obsceno-libidinoso.



Días así son necesarios.

lunes, 21 de mayo de 2007

En el sendero de mi vida misma...

Iba caminando detrás de un chavo y de un elotero en triciclo, a media cuadra de distancia los dos. De repente el chavo de la nada empezó a correr, y se detuvo, corría otro poco y se detenía, no le vi otra razón más que el querer correr. Me dieron ganas de hacer lo mismo pero no me atreví y me corroyó la envidia.

Al voltear y ver de nuevo al elotero me di cuenta que, si hubiera tenido el antojo, a él sí le hubiera gritado para que se detuviera y me vendiera un vaso con granos de elote hervidos aderezados con limón, crema, picante y queso. Lo que me llama la atención es que hace unos cuantos años hubiera ocurrido lo contrario: 1. No pensaría en consumir alimentos de dudosa manufactura (ni mucho menos gritar por ellos), y 2. Si hubiera querido calcular el menor tiempo en que llego al final de la cuadra y comprobarlo cuantas veces pudiera hasta 'vencerme', simplemente lo haría y ya.

O sea, me confirmo que he cambiado un chingo y que la muchedumbre que me lo repetía incansablemente no está equivocada. Felicidades a todos los involucrados por su perspicacia.

¿Y ahora? Nada. Infinidad de ángulos para caer, sólo uno para recobrar la compostura [*]. Llego a casa, engullo un volován, dos tortitas de papa con atún, otro pan y me arrepiento de haber comprado pantalones talla 32.

¿Qué me ha hecho reflexionar? Cantar a dueto con mi sobrino Ismael en brazos: 'es-tre-lli-ta-don-de-es-tás' con la cara hacia otra noche de mayo sin luna ni estrellas.

viernes, 4 de mayo de 2007

¡Fabada!



La fabada en casa se ve así. Potaje de origen español basado en alubias (frijol blanco), carne de cerdo (pero el de la foto es pavo, porque la doña ya no compra cerdo), chorizo, tocino y ps... más cosas. Esta tiene el arroz integrado en el plato, pero se come muy rico también con el puro potaje y pan.

Detalle casi obsceno:


Un poema.

Spider Man 3 OMGOMGOMG

Long story short: me salí a miar y ya no regresé.

Nunca había ido al cine solo, menos a un estreno a media noche, y mucho menos me había salido de una película sin ver el final. Todo eso me pasó con esta y espero sea la última vez.

Si de por sí empezó incómodo desde la espera en la gran fila, ya dentro de la sala todo fue peor. Dolor de cabeza, quinta fila, silla incómoda, torturado por la música de fondo antes de empezar, atrás dos parejas, enfrente chamacos idiotas que se cuentan lo que creen está pasasando porque no leen los subs, al lado (dos asientos más allá, ofc) tipo gordo candidato para infarto con charola llena de porquerías, del otro lado un tipo que de todo se reía (medio loco, la neta, me dio miedito T_T) y, dolor de cabeza.

Error el comprar refresco sin saber cuánto duraría la mubi. Como media hora después del inicio me empezaron a dar ganas, a la hora ya tenía pero todo tranquilo, a la hora y media ya me concentraba más en mi vejiga que en la peli, cuando dieron las dos y vi que Peter Parker pasaba con su tía un momento cursi, con más urgencia que pena me levanté y molesté a los demás para que me dejaran pasar (el sentado hasta el final estaba durmiendo ya y se molestó más, je). En el baño me vi al espejo la cara descompuesta que me cargaba con los ojos rojísimos dignos del dolor de cabeza agudizado.

La salida estaba más cerca que el largo camino de vuelta a la sala, así que opté por el fresco aire nocturno a caminar bajo una luna por fin plateada (había estado naranja =O) pensando qué deberé hacer para disfrutar la película como se debe este fin de semana.

PD: El OMGOMGOMG del título fue por el pequeño corto de Transformers. Mi pulso se detuvo, la sala calló, el gordo paró de comer, ellos dejaron de tocarlas, ellas dejaron de pensar en ellas, los chamacos se volvieron sabios, brillaron ojos en los vejetes, toda amargura desapareció. Gracias Optimus.

domingo, 22 de abril de 2007

El mundo necesita que viva La Joyita

Xalapa, capital de Veracruz. Por si no la conocen, es una ciudad (con pinta de pueblo) bonita con un chingo de pasto, flores, árboles, plantitas, carros, posers, subidas, bajadas, viejas planas... ejem... y rodeada de tanto bosque que aturde a quien no acostumbra tanto verde.

Dentro de esta ciudad está La Joyita:

Click para hacer grande. Me quedó chida la panorámica, no?

Al dueño legítimo de tooooda esa zona boscosa (34 hectáreas) se le ocurrió vender una parte (10% máomeno). Adivinen a quién:


(Lo de enmedio es un árbol cortado).

En realidad piensan construir un Aurrerá, pero suena más dramático poniendo la transnacional que está detrás de esas marcas, y que dicen es del diablo mismo. También quieren fraccionar una parte del terreno para aquellos que gusten del placer de vivir en terrenos otrora ocupados por productores gratuitos de aire y que no les importe heredarle bóvedas de acero a sus hijos (saludos, Asi-emo-mov).

Como se ve, ya empezaron.



Los del gobierno dicen que se asegurarán que las constructoras respeten al máximo la biodiversidad y todo eso que deben decir y nadie les cree. A los vecinos de La Joyita y a la Xalapeada en general no les gusta nada de esto y quieren que se quede intacto el bosque. Solución que buscan y por la que se manifiestan: que el gobierno estatal expropie el espacio y lo convierta en reserva natural. Apoyo.

Reunidos frente al palacio de gobierno.

Parafraseando al gobernador.

"Fidel... Entiende... El bosque no se vende".

La neblina apoya.

A 40 varos la playera. (¿Ven? ¡Planas!).

Por el viaducto. "Bosque sí, Wal Mart NO"

Delante.

Detrás.

La doña de verde me cayó bien. Sigo sin entender el dibujo en la playera, es un árbol con... un poste de luz?.

De vuelta frente al palacio. Discursos, aplausos, consignas.


Más detalle de todo esto aquí (con buenos comentarios) y aquí.

Y mientras tanto, en la agenda de FeCal (tomado de aquí):

"[...]acabamos con el medio ambiente, porque ello implica acabar con el capital que se hace que se empobrezca la Tierra y la humanidad".

"[...]aprendamos y enseñemos a conservar, a preservar y acrecentar la naturaleza porque ésta dará vida a futuras generaciones".

"[...]no se trata de poner esos temas a discusión (el calentamiento global y el riesgo que conlleva), de lo que se trata es de decidir qué vamos a hacer al respecto".

Feliz día, Tierra.

viernes, 23 de marzo de 2007

Claro mensaje

-Mi madre hace con la comida poesía.
-Hoy con qué te agasajó.
-Me dio un pollo escuálido, con una salsa cualquiera, acompañado de su arroz. Un plato deficiente. Me quejé, se acercó y dijo: 'eso se llama pollo Xalapa'.
-jajajaja.
-Y todo tuvo sentido.
-Oye, puede interpretarse de otra manera...yo vivo en Xalapa. Bueno, no de otra manera, sino tener otra aplicación a... todo lo xalapeño.
-Me la imagino escogiendo el peor pollo del mostrador, el más escuálido, con menos carne, y la que tuviere, la que más desagradable se sintiera en la boca, con la piel más arraigada. En el arroz no falló, no se pudo traicionar. Ni en la salsa misma.
Sólo podía fallar en el ingrediente principal. Ella sabe que todo lo hizo bien, si no me gustó, fue por el pollo, ese que merecía ser hecho a la 'Xalapa'
-Qué gacho que así le hayan puesto.
-Con carne buena hubiera sido excelso. Habrá que intentar interpretar al poeta, al decidir echar a perder su guiso usando un sólo ingrediente (el principal) mediocre.
-¿Qué interpretación te da? Yo, la neta, me reservo la mía.
-Así mismo yo.
-mh... bueh, mejor no...
La cosa es que no es chida, y supongo que la tuya tampoco.
-Le acabo de decir que, aun siendo apenas marzo, este será su peor guiso del año.
-Casualmente es un pollo feo, el platillo feo, y se tiene que llamar 'xalapa'. Xalapa... donde estoy... el 'peor guiso del año'...
mh, mejor sí le paro ahí.
-Te extraña, babosa.

jueves, 22 de marzo de 2007

Ponle nombre

Tengo la idea de cómo arma sus canciones:
Empieza por un estribillo
uniendo palabras pegajosas, que en su acento distinto suenen agradables. Que rimen, por supuesto.
Ya que tiene el estribillo pegajoso, se pone a jugar con los acordes que más se le antojen en ese momento.
Cuando tiene idea de la melodía, sólo debe rellenar los huecos vacíos con los versos qué más 'atrapen' a sus escuchas.

Claro, si a eso le sumas una cara bonita, y juegas a identificarte con los sentimientos más recurrentes en los individuos, triunfarás.
Quizás no más recurrentes, pero sí los más llamativos.

Hay artistas pop,
y hay mierda que las masas se atreven a llamar artista pop.

miércoles, 21 de febrero de 2007

¿Hambre?

Caldo con verduras, pollo con champiñones

Típica comida de casa. Esa vez fue caldo blanco con verduras (calabacita, papa, zanahoria, a mi no me gusta el chayote por eso mi plato no lo lleva) y pollo con champiñones en escabeche (de lata, que mi novia llevó). Ambos son versiones "mini" del puchero y del pollo en estofado respectivamente, dos grandiosos platos del repertorio de mi madre, una especialista del arroz, como se nota en la toma.

jueves, 15 de febrero de 2007

Minerva I

Venía de recoger un papel para mi madre del consultorio de su cardiólogo, en dos días debía presentar dicho papel en un hospital para que ingresaran a mi madre y le ejecutaran un cateterismo con el fin de desbloquearle arterias y así pudiera seguir ayudando gente en este pinche mundo que no la merece (me incluyo, por supuesto).

Me gusta caminar, así que en cuanto recibí el encargo, y después de sentirme brevemente satisfecho de que había tenido éxito en la misión que mi hermana me encomendó (y que con ello también me ahorraba su regaño), decidí tomar rumbo hacia la costa a esperar un camión que me dejara mero enfrente de la biblioteca de la Universidad donde trabajo. Tres largas cuadras en una avenida agradable que al final no lo era tanto debido al ajetreo que traen las preparaciones para el carnaval en el puerto: instalación de gradas, reparaciones de calles, colocación de anuncios, instalación de puestos, pruebas innecesarias de sonido para atraer gente a los puestos de cerveza -armándose en ese momento-, como si la excesiva promoción a todo lo largo del boulevard no fuera suficiente para aquellos creídos que la cerveza hidrata y crea felicidad (me incluyo, por supuesto).

Pasé por todo eso y llegué a la parada del camión. Sólo un carril quedaba libre por culpa de las gradas y los carros estacionados, el tráfico era muy lento. Llegó un autobús a la parada, no era el mío, pero su puerta se colocó y abrió en perfecta línea con mi mirada. Me preguntaba por qué se había parado ahí en el momento que vi una figura rechoncha decidirse a bajar muy dubitativamente. Atento como siempre yo, al cerciorarme que era una señora me levanté y le acerqué mi brazo que, al ver la falta de correspondencia de su mano para con él, se lo ofrecí hasta serle imposible no apoyarse en él. Últimamente ha habido gentuza que se ha atrevido a negar mi apoyo ofrecido y no iba a permitir que volviera a ocurrir tal desconsideración hacia mi bondad inmerecida. Llegó al concreto de mi mano y me soltó.

-Gracias- Se acordó de decir la mujer para fortuna de este pinche mundo y la visión decadente que vengo teniendo de su gente. "Je, otra vida salvada" pensó el héroe en mí y le sonreí. Ella era una señora como de cuarenta años corta y gruesa, fuerte en apariencia y dura en sus gestos, ojos entrecerrados y labios apretados. Sus maneras y su confusión ante su derredor la delataron como foránea no-citadina. Ella comenzó a caminar y yo me senté a seguir esperando mi camión, pero todavía quedaban buenas acciones por realizar.

miércoles, 14 de febrero de 2007

23-24

Recuérdame como esa hora del día.

martes, 6 de febrero de 2007

Pequeña nota

Chale, qué días (y noches) tan jodidos. Todo va de mal en peor.

sábado, 3 de febrero de 2007

El Bisabuelo decía:

- ¡Es que yo sé cómo me llamo!
- Jodido me ven y así me envidian.
- Cuando más pobre estoy, eructo pollo.
- Imposible es, dijo Chucha, atajar un pedo miando.
- Eres como la campana: todos llegan y te tocan.
- Confunden el amor con las ganas de ir al patio.

Dice mi madre:
"Pálido. Muy alto y bien formado, de noble figura era mi abuelo Emiliano Ferreira Mendoza. Alvaradeño.
La familia Mendoza era de ahí cerca, de Cabada, muy guapos ojo verde. Papa tenía los ojos café claro.
A tu padre le causaba muy buena impresión. A tu padre le puso Eustorgio (nombre de indio: lo usan mucho allá en Oaxaca, entonces cuando lo vio así le puso, Eustorgio).
Tenía bonita letra, dibujaba bien y era casi casi ingeniero. Hacía barcos, lanchas de madera. Su especialidad era tornero, de las piezas de maquinaria esas. Sabía mucho de mecánica, de navegación."

jueves, 1 de febrero de 2007

Astucia vs paranoia


En la cabeza de Nat Anteil había aparecido una sospecha, y no podía hacer nada para quitársela de encima. Le parecía que Fay Hume se había involucrado con él porque su marido se estaba muriendo y quería tener la seguridad que, cuando ello sucediera, tendría a otro hombre que ocuparía su lugar.
Pero, pensó, ¿qué hay de malo en ello? ¿Es antinatural para una mujer con dos hijas que cuidar, más una casa grande, más todos esos animales y esa tierra, querer un hombre que le descargue la responsabilidad de los hombros?
Era la intencionalidad del acto lo que le molestaba. Ella le había visto, y le había elegido y preparado para conseguirle a pesar del hecho de que estaba casado y ya tenía una vida planeada. A ella no le importaba que deseara conseguir una carrera universitaria y que su mujer y él se mantuvieran de forma tan modesta; ella sólo le veía como un apoyo a su vida. O, al menos, es lo que sospechaba. No lograba entender su posición; parecía genuina y emocionalmente involucrada con él, y era posible que lo estuviera incluso contra su propia voluntad. Después de todo, corría un riesgo terrible, poniendo en peligro su casa y hogar, su vida entera, por los encuentros que mantenía en secreto.
Cuando llego a esa conclusión, no logro entenderla del todo, pensó. No hay manera de saber con cuánta intencionalidad actúa, lo consciente que es de las consecuencias de sus actos. En la superficie parece impaciente, infantil, que desea algo en el presente inmediato, sin preocuparse por el futuro. Juega para la ganancia a corto plazo. Decididamente, nos vio a Gwen y a mí y quiso conocernos; nunca ha habido dudas al respecto. Y ella misma reconoce que es egoísta, que está acostumbrada a salirse con la suya. Que si se le niega algo, le da un ataque de rabia. El mantener una relación conmigo —cuando es un pilar de la comunidad, propietaria de un hogar tan grande e importante, que conoce a todo el mundo y tiene a dos niñas en la escuela— demuestra lo corta de vista que es. ¿Es éste el acto de una mujer que piensa en las consecuencias a largo plazo?
Sin embargo, pensó, yo me considero una persona madura y responsable, y me he involucrado con ella. Tengo mujer, familia, una carrera en la que pensar y, no obstante, estoy poniendo todo en peligro con esta relación; estoy tirando —posiblemente— el futuro por algo del presente.
¿Podemos llegar a conocer nuestros propios motivos?
En realidad, un ser humano es un organismo biológico que se va desplegando, que muy a menudo se ve atrapado por fuerzas instintivas. No es capaz de percibir el objetivo de esas fuerzas, cuál es su meta. De lo único que es consciente es de la tensión que ponen en él, la presión. Le obligan a hacer algo. Pero, ¿por qué?... Es incapaz de contestar en ese momento. Quizá después. Algún día tal vez sea capaz de mirar hacia atrás y ver exactamente por qué me involucré con Fay Hume, y por qué ella arriesgó todo para relacionarse conmigo.
En cualquier caso, tengo la convicción de que sea cual fuere la razón, es un asunto profundamente serio, profundamente responsable y calculado, y no el capricho del momento. Ella sabe lo que está haciendo, mejor que yo.
Y me está utilizando; es la principal manipuladora en este asunto, siempre lo ha sido, y yo no soy más que su instrumento. ¿En qué me convierte eso? ¿Dónde me coloca? ¿Mi vida ha de modificarse para ponerse al servicio de otra persona, de una mujer que está decidida a mantener a su familia sobre una base operativa segura y a la que no le importa destrozar el matrimonio de otro, su futuro, sus sueños, con el fin de conseguirlo?
Pero si no es consciente de ello, si actúa de manera instintiva, ¿puedo considerarla moralmente responsable?
¿Estoy pensando como el universitario que soy?
Llevaba días atormentándose con tales ideas. Y parecía que cada vez se hundía más en la ciénaga circular del raciocinio puro. De nuevo se encontraba en su clase de filosofía, donde el debate no llevaba a la solución o la comprensión, sino a más y más preguntas. Las palabras engendraban palabras. Los pensamientos engendraban una preocupación febril con el pensamiento, con la lógica como tal.
¿Quién lo sabría? ¿Fay? ¿Su hermano? ¿Charley?
Si alguien lo sabe, debe ser Charley Hume, allí tumbado en la cama del hospital.
O quizá él tampoco lo resolvió nunca. Por lo que Fay había dicho, en apariencia Charley había sido ambivalente hacia ella, a veces amándola con perdida devoción y otras sintiéndose tan atrapado, tan victimizado y degradado, convertido en un objeto, que le había tirado una cosa tras otra a la cabeza. Charley, ingresado en el hospital, sabía más de lo que él había sabido jamás; poseía la débil intuición —a veces— de que su mujer le había utilizado por motivos personales para construirle una gran casa, que también utilizaba a sus hijas, y a todo el mundo... pero, entonces, esa intuición se desvanecía y se quedaba sólo en el amor desesperado que sentía por ella. ¿No se trataba de un patrón histórico entre hombres y mujeres? Las mujeres obtenían la ventaja de forma indirecta, por medio de la astucia.
Y el problema es, se dio cuenta, que una vez que empiezas a pensar así, que empiezas a buscar indicios de que estás siendo utilizado, encuentras evidencias por todas partes. Paranoia. Si ella te pide que la lleves a Petaluma para recoger un saco de cincuenta kilos de alimento para patos, que, claramente, no puede levantar, ¿es una señal de que ya no eres un hombre, un ser humano, sino sólo una máquina capaz de levantar un saco de cincuenta kilos y meterlo en la parte de atrás del coche?
¿Es que no elige todo el mundo a sus amigos porque les son útiles? ¿Un hombre no se casa con una mujer que le halaga, que le hace cosas como cocinar y comprarle ropa? ¿No es natural? ¿El amor es natural cuando une a personas que, de lo contrario, no serían de valor práctico la una para la otra? Continuó razonando de esta forma.


Philip K. Dick en "Confesiones de un artista de mierda". Chingón libro que no leí sólo por... no querer, duh. Ahí estuvo el pobre esperando al lado de mi cama hasta que se me ocurriera estirar la mano y continuar leyéndolo. A decir verdad empieza lentón, cuesta trabajo leer a Dick en ondas tan mundanas y aterrizadas como esto de las relaciones humanas. Esta parte la leí durante la tarde, y me gustó tanto como para iniciar esto así.

Y así, empiezo la bitácora, empiezo de nuevo a leer, y así empieza este mes tan remembrante.